Se me olvidó tu nombre

Un día desperté
y supe que habías muerto.
Lo supe porque
por un instante
se me olvidó tu  nombre.
Qué triste amor
que hayas muerto herido
por tu propia mano
cuando apuñalaste
este corazón
en el que habitabas...

DADIVA

El dolor inexistente
cuando me eres presente
se me cuela en la piel cuando me faltas.
Esa apariencia aparente,
parecer indiferente
cuando todo en mi camino de tí habla.
Si la noche negra, oscura
lleva siempre en su manto,
titilantes, suspendidas tus estrellas.
La mañana en la locura de sus pájaros
tu canto pareciera estar trinando
siempe en ella.
Escribiste en mi vida
con tus sueños tu cantar
y en mi alma es tangible tu verdad.
Mi razón está perdida
cuando el sueño es el umbral
donde se hace lo imposible realidad.

EVOCACIÓN

Penumbra...
penumbra que resguarda en su túnica
la dulce desnudez blanca del alma.
Todo era penumbra y silencio.
Solo un ave aleteaba ya sin calma
en la jaula de mi pecho.
Visión única:
el destellar difuso de tus ojos
que se perdió un instante tras tus párpados
al descender, medrosas, tus pupilas.
El acercarse tibio de tus labios
y su roce encendido que destila
en mi boca...

Sentimiento...
el caudal tumultuoso de sus aguas
que inunda el ser al punto que se escapan
por mis manos, mis ojos y mi aliento
agitando mi pecho y mi alma,
agotando mi fuerza... ¡Es solo un beso!

Las palabras que se estiran
se hacen lentas, perezosas,
sin sentido, temblorosas
abren paso a una idea.
¡Una idea! ¿Es solo eso?

Pensamiento...
se ha perdido entre las sombras y tu aliento.
Ya no pienso, solo siento.
Y penetras...
Las ventanas de mi alma están abiertas
y en lo hondo de mi cuerpo
nueva vida se genera...

Movimiento...
lento,  suave, cadencioso,
el vaivén de un mar ansioso.
Y te siento
tan palpable, omnipresente,
tan inmensamente tibio, ¡tan ardiente!

Todo es fuerza,
y es fecunda y es esencia
que se eleva tanto, tanto
y su crescendo
se va haciendo alto, alto,
luego explota y en silencio
desparrama un caudal que descendiendo
solo deja una cadencia...

Como el sueño
que se cuela por los ojos
presintiera yo, de hinojos,
ablandársete la fuerza...
Todo es tierno...
y aún dentro de mi alma y de mi cuerpo
dediqué a tu corazón mi sentimiento.

El aroma de la flor en primavera,
de fuente que recién brota,
de vida que se genera,
todo agota aque silencio...
y mi alma es un concierto
de perfumes y de notas,
de botón recién abierto.

Cuando el sueño vence pleno
tu cansancio entre mis brazos
te contemplo...
Plenilunio que perfila
tu soñar que me destila
en el alma un ocaso.

Y te pierdo.
De mi hogar deperezado
se alejó triste y cansado
tu deseo,
y así creo
que el amarte ese instante
fue una ofrenda ante las aras
de la vida
y aún asida de mis manos la esperanza
verde y clara se percata
que en mí hay un fuego prendido,
un recuerdo que encendido
me da vida... y me mata!

MANOS DE MARIPOSA

Necesito ahora
que no rompa en el viento
tu deseo sus alas
frágiles de cristal.

Necesito ahora
que me embriague tu aliento
que es mi vida un desierto
sin el bien de tu mal.

Necesito ahora
manos de mariposa
que revuelen ansiosas
sobre mi piel en flor.

Necesito ahora
que tu espada me hiera,
me traspace certera
y me mate de amor.

SUEÑO DE MAR

Sueño de mar,
encajes de espuma entre mis pies.
Caricias furtivas en lento vaivén.
Dedos de agua que atraviesan la ropa
hasta tocarme la piel...
El sol huyendo del mar y de mis ojos...
y así como el día voy muriendo también
sin sentir la vida que se fue...
Me abandono al mar, al mar de mis sueños
y en su azul compartimento dormiré.
Quizás sus aguas en otra orilla
me dejen caer y vuelvan otras arenas
a pisar mis pies...
Si el mar quiere... alguna vez...

LO QUE YO PREFIERO

Violetas entre las flores,

colibrí entre las aves,

la de Sol entre las claves

y tu entre mis amores.

¿Liszt, Chopin, o Debussy?

¿Algo de jazz, un bolero?

Tal vez Bach... mas yo prefiero

escucharte solo a tí.

¿Botero, Goya o Velásquez?

¿Monet o Guayasamín?

Tu vida es la obra de arte

más hermosa para mí.

¿"Otelo", "El Señor Presidente"?

¿"Cien Años de Soledad"?

Yo quisiera más leerte

lo que dices sin hablar.

Neruda, Becker, Darío,

Sor Juana Inés de la Cruz

no escribieron, cielo mío,

de tu magia y de tu luz.

Solo yo, de tanto amarte,

puedo decir que te ví

como nunca te vió nadie

y como nadie te sentí...

HOY QUE TE HAS IDO

Quisiera escaparme
y volver al tiempo
en que te dejé
inquieto y perdido,
soñando despierto...

Quisiera volverte
con amor los besos
que me diste solo
sin decirme nada
en tus pensamientos...

Tal vez reinventarme
y poder quererte
cuando no te quise
y llenar las noches
vacías y frías
que pasaste a solas
pensándome insomne
y quebraste triste

tu orgullo de hombre
para suplicarme
lo que nunca  quise...

Tal vez tu recuerdo
no atormentaría
mis horas de hastío
porque hoy que te anhelo
y te deseo mío,
mi amor...
ya te has ido.

SI ME TOCAS

Si no me tocas
me parece insustancial
mi cobertura de piel:
descolorido vestido de mi alma.

Si no me tocas
mis labios se desdibujan
en un rictus doloroso y amargo
en tanto esperan...

Si no me tocas
las dunas de mis pechos
se vuelven arena mustia
y las hondonadas de mi cuerpo,
sedientas, no alvergan ríos...


Mas si tus manos,
tu pecho, tus labios,
tu humanidad toda

se acuna entre mis brazos                                        
y encaja como siempre
cual llave en el cerrojo,
se me llena el alma de celajes
y mis ojos son soles de fuego
sobre tu piel desierta...

Mi boca florece en pétalos de rosa
y la fruta madura de mis labios
se cobija en tu boca
sin nada que envidiarle
a las fresas, las ciruelas
o los arándanos...
sin nada que envidiarle
a la miel, el néctar o la ambrosía...

Mi piel se colorea cual durazno,
melocotón maduro,
aterciopelada,
jugosa,
tibia...

Se me inundan los ojos

y me llueve a cántaros la piel
presagiando primaveras.

Soy un trocito de paraíso
húmedo en tus manos,
un pedacito de gloria
sobre tu tierra santa.

Bonita cual ninguna.
Deseable cual no hay otra
porque tu me has hecho hermosa
engalanada de amor y de deseo...

HE MUERTO ENTRE TUS BRAZOS

Mezcla de cuerpos y sombras.
Valles... montañas, encajados
Delineados por girones de luz...
imprecisos.
Ventana entreabierta
que deja escapar un sueño.

Se rompe el aire
entre tu pecho y mi pecho
en un chasquido
de humedades recónditas.

Tus manos esposan mis muñecas
arrestando mis dudas
mientras tu boca me busca
y me encuentra perdida entre tu lluvia,
bañada de tí hasta los huesos,
inundada hasta las entrañas,
sin poder ni querer escapar
a la avalancha de tu anhelo...

He muerto entre tus brazos
una vez más
vencida en lo más íntimo de mi ser
por la larva que carcome
ese dique que contiene
mis instintos.

Has muerto tú
con tu frente sobre mi frente
sin mirar atrás,
e inertes,
en nuestro propio
campo de batalla,
sobre nuestros cuerpos enlazados
se pinta un ocaso sin estrellas
y cae herido mortalmente

un día más...

CUALQUIER NOCHE EN EL INTENSIVO

Hace tanto calor...
El sonido de los ventiladores parece la respiración estertorosa de un  monstruo gigante y el piar de los monitores el silbido monótono de algún pájaro extraño.  El cansancio es... exquisito. Sube desde la planta de los pies hasta estrellarse en mi cerebro en oleadas de sueño. Mi mente, por un arco reflejo, es lanzada hacia adelante... Sigo, me muevo, respiro con la inercia del impulso porque sé que un día otros hicieron lo mismo. Siempre lo mismo. El niño crucificado en la cruz de la cuna maldita, clavado al dolor con las púas de su muerte lenta: el tubo en la tráquea, el cateter en la subclavia que le urga el corazón, enviando émbolos de dolor a sus arterias cansadas. Llagas que jamás sanarán en sus amoratadas manos, miembros hinchados, ojos sin luz... Me debato dentro de mi misma y lo ignoro. No tengo opción. Tengo que sobrevivir al horror de esta noche. Una noche como muchas que se repite incansable como reflejada en mil espejos. Ya no quiero. Mañana me iré para siempre. No voy a volver. Me lo prometo. Sin embargo, en lugar de parar cuando ya no puedo más siempre doy un "último" paso...

CUENTAME UN CUENTO SIN FIN... (Dedicado a Cuentacuentos)

Cuéntame un cuento sin fin, que,
¿Qué fin tiene la vida sin los cuentos?


Invéntame un mundo de revés,
donde pueda decirse “viceversa”
y eso cambie la suerte, o tal vez,
sin tener que decir abracadabra, 
con tan solo pensarlo de una vez
una puerta cerrada al fin se abra.


Hazme un cuento y tal vez tenga la suerte
de poder escaparme de esta vida,
y si el mundo al final del fin me olvida
también pueda escaparme de la muerte.

EL ESTAR MUERTO

He muerto un poco más esta mañana,

me he acercado  al borde de mi abismo,

me he atrevido a atisbar por mi ventana

esa profundidad que soy yo mismo…

Me olvidé del placer de haber vivido

por sentir el dolor que da la muerte,

el dolor de ser parte del olvido,

de pasar a ser nadie entre la gente.

Sin género, sin razón, sin sentimientos,

sin destino, sin noche, ni alborada,

el vacío del amor que ya no siento,

el silencio que se agranda entre la nada.

Fue un atisbo no más de ese momento

que trato de atrasar lo más posible

¿Por qué será que siento lo que siento

y el dejar de sentir es tan terrible

que prefiero el dolor y el sufrimiento,

en este navegar hacia aquel puerto?

¡Que me arrastre la fuerza de los vientos

la tormenta mejor que el estar muerto!

TU RISA

Muñequita linda

tu sonrisa clara

es como la brisa

de un mar en calma.

Pero esa risa

que brota de pronto

de tus labios rosa

es como cascada,

agua que retoza,

cristal que se rompe,

campana que tañe

rasgando el silencio.

Y es tan hermosa 

tu risa que siento

que es como un arco

pulsando las cuerdas

de mis pensamientos.

EL VOLCAN

El horizonte, borroso a lo lejos,
se mezcla con el cielo, entre vahos azulinos.
El viento escribe con las nubes un cuento
y lo borra constantemente
para escribir otro nuevo.
A mis espaldas el coloso se levanta.
Su inmensa sombra negra
a veces me embriaga,
a veces me espanta.
El volcán se sube su falda de piedra
y desnuda su alma de fuego.
Sus brazos ardientes de lava
abrazan la tierra, la dejan hirviente.
Arrastran la maleza
como el viento a las nubes
y escriben también
un cuento de amor en su camino.
El viento, voluptuoso,
cambia de nuevo el rumbo
y trae consigo el hálito hirviente del volcán
que me azota el rostro dejándome encendida.
Tan solo un par de metros
me separan de la lava ardiente
y es casi insoportable su calor.
Recojo un trozo del corazón de la tierra
entre mis manos.
Es casi mística la sensación
de pertenecer a este momento fascinante.
Todo ha cambiado.
El paisaje jamás volvéra  a ser el mismo.
Me siento parte de esta tierra
hermosa y cambiante
que ya no es lo que fue hace un instante,
quizás porque yo tampoco
volveré a ser la misma,
aunque nada lo delate.

CUENTO

Una mañana fría de enero

en su caballo, crines al viento,

blanco, con alas, como en un cuento

llegó de lejos un caballero.

Tiene en los ojos la noche oscura

y en su negrura brillo de luna.

Su ancha espada de acero, pura,

blande en su diestra, brillan sus runas.

No trae alforjas, joyas, riquezas,

solo sus ansias y sus recuerdos.

Busca un refugio para sus sueños,

para la boca que en ellos besa.

Busca a la Muerte y no la encuentra,

esa que un día cortó su flor,

cáliz de fuego, su luz, su amor,

e hizo en su alma la noche eterna...

SE PARECE A LA MUERTE...

Te has quedado callado.

Tu cabello en desorden

y tus ojos cerrados.

Y esos labios que amo

entreabren tu boca

en un gesto olvidado.

Es tu peso un escudo

que descansa en mi pecho.

No respiras, sospecho,

y te muevo despacio,

y te quedas muy quieto...

Se parece a la muerte

ese instante sagrado

que me hace quererte

      después de haberte amado...

A ESTUARDO

Te mecí en mis sueños
antes que en mis brazos.

Te encontré dormida,
te envolví en mi abrazo.

Te soñé despierta,
te busqué en mis pasos...

Y hoy que te has hecho
más real que mi vida,
te me vas despacio,
te me alejas lento
pero inexorable...

Tanto que mañana
volveré a soñarte
para encontrarte...

MIS MANOS... TUS MANOS

Mis manos...tus manos...

arañando el aire

sin masa ni cuerpo,

manotazos de ciego

sin encontrar sustento.

Mis manos... tus manos

sin donde enlazar los dedos,

perdidas haciendo gestos

de mariposas suicidas.

Entre nuestros dedos

el viento

como entre ramas sin hojas

silbándole al silencio.

Mis manos... tus manos...

arañas tras una presa

que se disuelve en el aire,

hambrientas de ser asidas

esperando siempre abiertas.

Mis manos... tus manos

sin poder quebrar distancias

porque otras nos aferran.

Porque espacios infinitos

fríamente las alejan.

Mis manos... tus manos

esperando inquebrantables

ese día en que podamos

simplemente decir "nuestras".

LA NOVIA MUERTA

El le peinó con los dedos
dulcemente los cabellos
deshilando sus enredos...
Desabotonó el vestido
y tocó sus pechos mustios
entre suspiro y suspiro...
Besó aquellos labios finos,
y aquellas mejillas albas,
de palidez nacarada...
y se animó por vez primera
a decirle que la amaba.

Desbordado de nostalgia

le pidió que lo aceptara

como amante aquella vez.

Ella no pudo negarse

y él se sintió valiente.

Al principio torpemente

y después tan hábilmente

le hizo el amor al instante..

y con el pecho jadeante

se dejó caer inerte...

Ella nunca dijo nada

pues su voluntad estaba

silenciada por la muerte..

NO HAY CASO...

Me agazapo como fiera
al acecho de tu sombra.
Me deslizo lentamente
camuflada en el tiempo.
El espacio que me falta
es tan solo aparente.

Tú, paciendo en la distancia,
ya no oteas en el viento,
no sea que te des cuenta
de este peligro inminente,
de la garra que te afrenta,
del deseo que se cierne...

Vas y vuelves, distraído
como si no lo supieras.
Para librarte de culpa,
como si no lo quisieras.
Si me abalanzo, tu cuello
expondrás sin reticencias.
Tus ojos de ciervo herido
se cerrarán sin conciencia
y te creerás salvado
por estar desprevenido
a tu entera conveniencia.

Pero... ¡No! ¿Sabes? No hay caso.
Nos toca la misma suerte.
Y tú seguirás mis pasos
cuando te abrace la muerte.

LAS MANOS DE MI NIÑO

"Mis dos manitas chiquitas,

bonitas"

Mi pequeño niño eleva

sus brazos, sus manos agita

deditos abiertos,

mientrar yo le canto

esta cancioncita...

"Que cuando las muevo

son maripositas..."

Miedo de que vuelen

lejos de las mías...

"Con ellas me baño, me visto

me peino..."

Que pronto vas creciendo

mi cielo, mi vida...

"Y mis zapatitos

yo puedo lustar..."

Que orgullosa me siento

de ser tu mamá...

"Cuando sea grande, muy grande

muy grande"

Creciste de pronto,

se nos fue la vida

casi sin pensar...

"Muchas cosas buenas haré

yo con ellas..."

 

Y las mariposas que hoy son tus manos

han volado lejos que siento

ya nunca las podré alcanzar...

Tus manos son aves ligeras

que cantan,

brincando en escalas

de ébano y marfil...

Y se han vuelto alas

que te harán volar

tan lejos de mí...

Mi pequeño niño

ya te has hecho un hombre

y ya has olvidado

el canto infantil...

Que vuelen tus manos

recorran el mundo

que las mías siempre

estarán abiertas

aquí, para ti...

Y aunque no seas niño

te vuelvo a cantar:

"pero nunca debo olvidar

que mis dos manitas

limpias han de estar"

MI ORACION A LA MUERTE

El sisear de tu aliento

con tu dolor silente,

con los brazos abiertos,

tus heridas ardientes.

Es tu grito callado,

de ojos desorbitados.

Tu silencio reclama

que Dios te ha olvidado,

que ya nadie te ama...

Tu horror me sofoca

y me embarga de pena...

Mientras te ato a la vida

con mañas y artificios,

yo le pido a la Muerte

que rompa tus cadenas.

¿Habrá alguien que entienda

tan terrible oración...?

¿Tendrá mi alma perdón?

No hay ninguna respuesta

y me quedo callada...

Tu dolor niño mío,

tu grito congelado

me recuerda al Cordero,

Cristo crucificado...

COMO SI FUESES CIERTO

Si me miro al espejo... ¿Se me notan tus besos?

¿Se me siente  en el cuerpo el calor de tus manos?

¿Se dibuja en mi piel la huella de tu cuerpo

y tus sueños dormidos en mis ojos cerrados?

¿Se me notan las ansias, en mis brazos abiertos

de apretarte con fuerza y retenerte bien dentro?

¿Brillo con el destello de tus ojos de cielo?

¿Se me notan tus pasos en mis pasos inciertos?

¿Se me nota tu alma en mi alma encendida?

¿Se me nota tu historia enlazada en la mía?

¿Se me nota tu vida enclavada en mi vida?

¿Se me notan tus noches? ¿Se me notan tus días?

¡No se me nota nada! y silente camino,

me detengo, me observo, me escucho, me siento.

¿Será que lo he inventado? ¡Qué azar del destino!

¿Y tu amor no es más que un castillo en el viento?

Si muriese mañana no podría probarlo,

que te amé y que me amaste... quizás solo fue un sueño

Mejor no diré nada, puede ser que si hablo

nunca vuelva a sentirte como si fueses cierto...

SISTOLE... DIASTOLE...

Hematíes tumultuosos
como perlas de granada,
giran, rotan, caprichosos
en la cámara cerrada...

Y de pronto saltan, corren
como un río encañonado
cuando al lecho que se abre
cual saetas son lanzados.

Se deslizan en su plasma
hasta el capilar deseado.
Se aquietan y en su calma
dan su oro atesorado:

El oxígeno del aire
en la intimidad del Hem,
a la célula que espera
ya saciarse de su bien.

Y de oxígeno vacíos
de CO2 son llenados
y se tornan azulados
con el Hem ya reducido.

Van buscando, perseguidos,
esa cámara derecha.
Con el ansia de un respiro
van abriéndose una brecha.

Se abren paso al corazón,
siempre girando, agitados
y de nuevo son lanzados
por la bomba hacia el pulmón.

Y llegando hasta el alvéolo,
celda, luz, sustento, vida,
se aprovisionan del oro
y reinician la partida...

MI SENDERO

No soy de nadie, ni nadie es mío.

Solo mi vida es lo que he vivido.

No tengo nada más que mi alma

y siempre a solas marco caminos.

Es mi sendero y nadie ha hendido

la dura tierra donde yo avanzo,

y las espinas que me  han herido

en otras vidas no causan llanto.

Mis alegrías no son de otros

pues las he creado a mi medida

y mis tristezas, y mis abrojos

son por mi alma apetecidas.

Y esta ruta que me he trazado

una creación es y no una copia

pues la distancia que he acortado

ha sido toda por cuenta propia.

No doy consejos ni los recibo

porque mi vida no es la ajena.

Y el pasado mejor olvido

pues ni el futuro vale la pena.

Es de  este día del que el sustento,

ansiosa extraigo de sus pezones,

pues los pasados los barrió el viento

y los mañanas son ilusiones...

ENTRE TU HORA Y LA MIA

Entre tu hora y la mía:
las alas de la muerte,
la brecha de la vida,
el sesgo de tu alma compartida.

Compartiremos siempre a medias,
media tristeza, media alegría,
media hora perdida en algún medio día.

Y entre medios y medias
se acabará el medio tiempo
que para ti yo tenía
y se me irá media vida
en quererte a medias horas
pero nunca a medias tintas
porque si algo es completo
es el calor de mis brazos
que para ti siempre tengo.

ERES HISTORIA

Para mí eres historia...

Con tus cruzadas a la conquista

de mis labios,

Con tus épicas batallas

en mi vientre

para robarme un pedazo

de mi gloria...

Romancero de sueños

llevando de un lado a otro

de mi cuerpo

tus versos hechos caricia

entre tus dedos.

Conquistaste mis valles

y montañas

con ese aire de héroe

de cuento

y clavaste en la cima

de mi alma

la bandera de tu  pecho

descubierto...

Fuiste pirata

en barco de papel

asediando mi puerto,

anclando tu deseo

en lo profundo de mi ser.

Para mí eres historia,

con batallas bien ganadas

y alguna que otra perdida.

Tu paso por mi vida

dejó su hilo

entre las líneas

de mis versos...

Para mí eres historia,

gran historia

pero en realidad

tan solo eso...

DE CACERÍA

Ella va por el camino. El la observa desde la maleza circundante. Su deseo por ella es cada vez más intenso, insoportable, inaplazable. Ella se detiene a descanzar a la sombra de un árbol. Se sienta en un tronco caído y al hacerlo su corta falda deja ver unos redondos y opulentos muslos que a él le parecen exquisitos. Eso lo hace decidirse. Se abalanza sobre la muchacha sin darle tiempo ni de soltar un grito. Ella se vuelve aterrada solo para sentir las fauces del hambriento lobo cerrarse sobre su garganta...

FIN Y PRINCIPIO

Mi mundo empezó a derrumbarse de pronto, sin previo aviso.  Podía sentir cómo se me iba poco a poco la vida.  Mi corazón se llenó de angustia y desesperación. La muerte me parecía inevitable. Mientras atravezaba aquel terrible túnel, largo y oscuro comencé a divisar a lo lejos un punto de luz que crecía y crecía cada vez más. El fin se acerca, me dije y apreté los puños para recibirlo. Todo sucedió entonces muy de prisa. Me precipité sin querer hacia la luz y en un abrir y cerrar de ojos... ¡Había nacido! "Es una niña" dijo el doctor.